Tres años después la liga ACB vuelve a ver a un Real Madrid campeón por trigesimosexta vez, en El Clásico de la gran final ante el Barça.
Y lo hizo con contundencia y emotividad, derrotando su eterno rival que no ha estado a la altura. Los blancos cierran así la temporada con dos títulos, tras el conseguido a principio de curso con la Supercopa.
El final no pudo ser mejor, con Laso levantando el trofeo de campeones. El técnico no pudo sentarse en el banquillo en toda la final, pero su equipo rindió a la perfección a las órdenes de Chus Mateo. Pese a las múltiples bajas y problemas de todo tipo que arrastraron durante la temporada, el Madrid ha llegado a la parte decisiva del curso en un gran momento de forma. Y han firmado un playoff casi perfecto: 2-0 ante BAXI Manresa, 3-0 a Baskonia y 3-1 al Barça en la gran final.
Todo lo contrario para los azulgrana: intratables durante el curso, irreconocibles en esta fase final. La derrota en las semifinales de la Final Four de la Euroliga, precisamente ante el Madrid, marcó un antes y un después en el estado anímico de la plantilla. Sufrieron ante Gran Canaria y Joventut, y en la gran final se han visto superados de principio a fin. Jasikevicius se ha visto superado, han sido pocos los jugadores que han rendido a un nivel esperado. Veremos cómo afecta esta derrota a la planificación del próximo curso.
Dominio interior para la conquista de Liga Endesa
Una de las claves del Real Madrid campeón ha sido su dominio interior. Los interiores del Madrid han arrasado a los del Barça a lo largo de toda la final, combinándose a la perfección Poirier, Tavares y Yabusele, con protagonismo en cada uno de los partidos.
En el último y decisivo, emergió el Tavares más dominador que se ha visto nunca en la ACB: 25 puntos (9/11 en tiros de campo y 7/7 en tiros libres), 13 rebotes (7 de ellos ofensivos) y 7 faltas recibidas para un 41 de valoración. Y el premio de MVP de la final más que merecido.
Los interiores estuvieron bien secundados por un Deck todoterreno. El talento de Causeur, que fue decisivo en los momentos clave, o el buen hacer de Hanga, obligado a jugar de base por las lesiones de sus compañeros. Y eso sin olvidar a Llull y Rudy, siempre cumplidores y aportando una competitividad de la que careció el Barcelona.
Y es que los de Jasikevicius nunca encontraron su juego, mermados por la inferioridad física en el interior, traducida en un insultante dominio de los blancos en el rebote. Solo Mirotic pareció estar a la altura, junto a momentos puntuales de Calathes, Kuric o Jokubaitis.
Nombres propios de un Real Madrid campeón
Esta es la séptima liga de Llull con el Madrid, igualando a otra leyenda como Felipe Reyes. Fue la sexta de Rudy y también de Laso, que ya es el cuarto entrenador que más ligas ACB ha levantado, solo superado por Pedro Ferrándiz (12), Lolo Sainz (10) y Aíto García Reneses.
El toque más curioso lo aportó Hanga, que ganó su segunda ACB consecutiva… cambiando de equipo. El húngaro fue uno de los descartes de los azulgrana el pasado verano, y se ha reivindicado de la mejor forma posible.
Este título es el número 36 en competición liguera para el Real Madrid, el 14º en la era ACB. En este periodo el Barça está por delante con 16, pero la distancia es cada vez menor.
Veremos cómo afecta este título a los dos equipos, especialmente en el aspecto de fichajes y bajas para el próximo curso.
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